PASIÓN
La pasión
La pasión es algo difícil de
explicar; es quizá, en lenguaje corriente, algo similar a la conjunción de los
cinco sentidos que entran en juego al mismo tiempo y modifican los estados de
ánimo a niveles superlativos; como una
exaltación que corre por dentro del cuerpo buscando salida; como sucede con
los artistas cuando se sienten poseídos por la inspiración, haciéndolos llegar
hasta el delirio que plasman en una expresión de arte; o una persona enamorada
que no ve nada más que a la persona amada.
Visión distorsionada
Exceso: el Diccionario
define la pasión, ante todo, como “apetito o afición vehemente a algo”. En el lenguaje
corriente se utiliza para expresar una exageración. Para los antiguos, por
ejemplo, la pasión se opone a racionalidad y nubla la capacidad de tomar
decisiones sensatas: un movimiento del alma que es irracional y contrario a la
naturaleza; toda pasión arrastra violentamente: todos los que se hallan en un
estado pasional se apartan de la razón y no abandonan su estado, sino que son
arrastrados por la pasión hasta ser dominados por ésta. La pasión desequilibra
a la persona en su psiquismo.
Por otro lado, el concepto de
pasión se halla originariamente asociado al concepto de “sufrimiento”: una pasión de amor implica dolor; los estados
pasionales son considerados como perniciosos y comportan locura, desorden,
enfermedad. También las palabras correspondientes en griego (pathos) y en latín (passio) nos remiten a sufrir.
El uso del mismo término para
señalar una exageración emocional y un sufrimiento se debe, tal vez, a la idea
de que dicha exageración es desequilibrio que provoca o provocará un sufrimiento.
Hacia una visión positiva de la pasión
Puede
ser útil distinguir entre pasión y “obsesión”. Ésta última es una “idea fija” asociada
a emociones que no han podido ser manejadas adecuadamente. En este sentido un
fuerte enamoramiento puede llegar a manifestarse en una obsesión, cuando las
emociones dominan la razón de la persona, perdiendo el sentido de la realidad y
centrando toda su energía en el cumplimiento de estas ideas irracionales.
La pasión tiene otros caracteres.
En una palabra, la pasión es una emoción
intelectualizada, prolongada y de intensidad bastante considerable.
La emoción es un estado primario,
la pasión es de formación secundaria y más compleja. La emoción es obra de la
naturaleza, el resultado inmediato de nuestro organismo; la pasión es obra del
pensamiento, de la reflexión aplicada a nuestras emociones. No sentimos las
pasiones como alteraciones meramente corporales, sino como fenómenos psíquicos,
pertenecientes al psiquismo, lo mismo que la razón. Por ejemplo, Nietzsche señalaba que la energía
pasional puede orientarse hacia objetivos y tareas ideales; la pasión, según este
autor, puede espiritualizarse,
embellecerse, divinizarse. Una idea parecida a ésta fue expuesta por Freud en su teoría del psicoanálisis: en
lugar de espiritualización, en el psicoanálisis se habla de sublimación y consiste en canalizar la
energía “pasional” hacia actividades de carácter superior, cultural
generalmente.
Hace siglos, Pascal afirmaba que no se puede separar la pasión de la razón:
“Esta guerra interior de la razón contra las pasiones ha hecho que aquellos que
han querido la paz queden divididos en dos sectas. Los unos han pretendido
renunciar a las pasiones y convertirse en dioses; los otros han pretendido
renunciar a la razón y convertirse en bestias. Pero no han podido ni los unos
ni los otros. La razón continúa ahí
siempre, recriminando la bajeza y la injusticia de las pasiones e
impidiendo descansar a los que se abandonan a éstas. Y las pasiones permanecen vivas en quienes quieren renuncian a
ellas”.
La
pasión está llamada a conjugarse con las
demás facultades o dimensiones del ser humano: la mente, el corazón y el
espíritu. La pasión moviliza las
energías afectivas, mentales, físicas y espirituales. Por tanto, es
necesaria para estimularnos hacia metas elevadas del espíritu, dar un rumbo a
nuestra existencia, motivar al compromiso, desarrollar una actitud creativa y
esperanzada, para superar los fracasos y obstáculos.
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