MADUREZ
La
madurez se podría ver de dos formas generales, por un lado, es el proceso
natural del cuerpo (cuando uno deja de ser joven y se desarrolla físicamente en
su totalidad) y, por otro lado, el momento en el que se alcanza una capacidad
mental adulta.
Desde
el factor físico biológico es cuando es el punto más alto del crecimiento y del
desarrollo corporal, un niño crece hasta que alcanza la adultez, una vez
llegado al punto culmen de su desarrollo el cuerpo comienza a deteriorarse.
Sin embargo, el desarrollo humano no termina
con el desarrollo de su físico, ya que contamos con una naturaleza mucho más
compleja y es aquí donde la madurez adquiere un significado solamente humano,
ya que este no es solamente un fenómeno físico, es también un conjunto de aspectos
emocionales, psicológicos, sociales y espirituales.
La
madurez más que ser una cualidad aislada, es un estado de armonía y equilibrio,
un conjunto de valores y la combinación de varias cualidades humanas en una
sola persona, la armonía se da cuando eres coherente en lo que eres y en lo que
dices ser y la forma más convincente de serlo es ser fiel a tus propios
compromisos. En una persona madura no hay lugar para la hipocresía,
deshonestidad o falta de autenticidad.
“Madurez significa aceptar las alegrías
y las dificultades que conllevan las propias decisiones; las personas maduras
son capaces de comprometerse sin temor, porque son dueñas de sí mismas y no
esclavas de las circunstancias. Y la capacidad para llegar a esta integración
adulta sólo se logrará si la persona se convierte en un ser independiente y
libre.”
Una etapa
sumamente importante es cuando se pasa de la dependencia a la independencia. El
paso de la dependencia a la independencia, es un momento crucial en la vida y
constituye la etapa decisiva de un proceso de desprendimiento. Y sólo cuando la
madurez biológica está acompañada por una madurez emocional, espiritual e
intelectual, logrará su entrada en el mundo del adulto maduro.
Una persona
madura reconoce sus debilidades y se pone fuera de situaciones que vayan a
poner más a prueba esas debilidades, esto no es ser inmune a toda tentación y
situación negativa, solo es reconocer con mayor humildad los límites y ser
responsable de sí mismo y de sus actos ante los demás. Ya que la madurez no solo
se refiere al aspecto personal solamente, también al ámbito de la
socialización.
Una verdadera
madurez es renunciar al egoísmo, es poner energías amando y trabajando para los
demás.
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